¿Son sólo hábitos o son amenazas?

Se dice que los extremos no son buenos, y sin duda es muy cierto. Sin embargo hay ámbitos en los que ser extremista o por lo menos, bastante estricto, puede llegar a ser muy útil; por ejemplo en lo que se refiere al cuidado de tu ropa.

Y es que hay varios malos hábitos que pueden llevar todo el contenido de tu guardarropa directo al desastre en muy poco tiempo. Por eso, hoy te invitamos a cuestionarte ¿estás atentando contra tu imagen? verifica si tienes algún hábito que pueda estar jugando en tu contra y extermínalo cuanto antes.

 

1. Elegir y alistar tu outfit poco antes de salir de casa.
Te preguntarás ¿por qué este hábito arruinaría tu ropa? es simple, si acostumbras a elegir y alistar tu ropa poco tiempo antes de salir de casa, lo más probable es que manipules tu ropa con poco cuidado, la planches de prisa, bruscamente y en altas temperaturas, lo que puede provocar daños a las prendas, cambiar su apariencia y reducir su vida útil. Lo ideal es preparar tu outfit un día antes: separar las prendas, plancharlas cuidadosamente a la temperatura adecuada, con el nivel correcto de humedad y dejarlas bien acomodadas en una superficie plana hasta el momento de utilizarlas al día siguiente.

2. Subirte al auto con el saco puesto.
Esto provocará que el saco se arrugue, principalmente si eres tú quien va a conducir y más si es por largo tiempo. Lo mejor es quitártelo y llevarlo en un portatrajes o si esto no es posible, al menos extenderlo cuidadosamente en el asiento trasero.

3. Lanzar tu ropa al cesto de ropa sucia (o peor, al piso).
Sí, es muy bueno que seas ordenado y utilices un cesto para la ropa sucia, pero no la arrojes en él sin más. Es decir, toma el tiempo de doblar la ropa para colocarla en el cesto. Puede parecerte algo exagerado, pero los tejidos de tus prendas lo agradecerán.

 

 

4. Dejar tu ropa en la lavadora.
Abandonar la ropa por horas en la máquina después de que terminó el ciclo de lavado es sumamente nocivo para cualquier textil, ya que al quedarse torcidos y con cierto nivel de humedad por algún tiempo, los hilos se dañan, se doblan, algunos se parten, las arrugas que se forman serán más difíciles de eliminar y todo esto en conjunto deformará poco a poco tu prenda. Lo mismo sucede si la dejas en la secadora por mucho tiempo, si bien la prenda ya no está húmeda, sí se arrugará innecesariamente si no la retiras cuanto antes. Procura programar el lavado y secado en los días y horarios en que tengas tiempo para completar todo el ciclo, que incluye sacar tus prendas de la lavadora, la secadora, doblarlas y/o colgarlas, según corresponda.

5. Exponer al sol por largo tiempo.
Que tu ropa reciba un baño de sol, en general, es benéfico, ya que además de ser una forma de secado amigable con el medio ambiente y un ahorro de energía eléctrica, el sol también ayuda a eliminar los olores por completo. No obstante, es importantísimo que la dejes exclusivamente el tiempo necesario para que se seque; ya que junto con los olores, el sol también acabará por eliminar el color de tus prendas. Será mucho más evidente en las prendas oscuras, pero la realidad es que también las prendas de color claro necesitan el mismo cuidado preventivo. Recuerda, en cuanto se seque, retira tu ropa del sol y guarda cuidadosamente.

 

Son solo 5 hábitos, una lista corta, fácil de recordar y mantener bajo control. Recuerda que cuidar tus prendas hará que duren mucho más tiempo en buen estado, así evitarás gastar dinero innecesariamente y además estarás contribuyendo con un granito de arena al cuidado del planeta; todo mientras mantienes una imagen impecable y elegante ¿qué más se puede pedir?

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